La ciudad fragmentada

¿Te ha pasado esto alguna vez?

Sales de un lugar, andando o en coche, pensando en tus cosas. Vas camino de casa o del trabajo. De repente te das cuenta de que has llegado a tu destino y no recuerdas el trayecto. ¿Te resulta familiar?

Esto es La ciudad fragmentada

Es un concepto que surge en el Situacionismo,( https://es.wikipedia.org/wiki/Situacionismo)  a mitad del siglo 20, de mano de Guy Debord (entre otros). Es la percepción consciente que cada uno tiene de la ciudad que habita. Cada uno conoce de la ciudad los espacios a los que suele ir: gimnasio, cafés, vivienda, nuestra y de familiares, colegios, etc. El resto de la ciudad nos pasa desapercibida por la necesidad de simplificar de nuestro cerebro. Es decir, recordamos lugares, pero no muchos de los recorridos que hacemos a diario para ir de unos a otros.

Si pensamos entre el trayecto entre dos puntos aleatorios, probablemente no sepamos que hay entre ellos. Solo origen y final.
Si no, la vida sería agotadora.

Una de las herramientas utilizadas en el Situacionismo es La Deriva: una performance de ruta sin destino, para tomar conciencia de los trayectos. Así desautomatizamos las rutas, aprendiendo y disfrutando de nuevo de los municipios y ciudades. Porque para enriquecer el espacio público es necesario que esto suceda.

Un ejemplo de esta desautomatización son las luces de navidad: hacen que suceda algo diferente y te obligan a mirar y disfrutar de los espacios de una manera distinta.

Para nuestro equipo, este es un punto de partida a la hora de trabajar en Planes maestros, urbanismo o paisajismo: es nuestra misión crear esta deriva. Que la atmósfera sea cambiante y en cada época del año sea diferente, sorprendiéndonos constantemente.

¿Cómo?

En urbanismo:
Con las plantas, su crecimiento y variedad
Con el mobiliario urbano: sus dimensiones, capacidades y usos. Por ejemplo, un banco para 5 personas que además pueda servir como escenario.

En interiorismo:
Si bien la tendencia es buscar espacios que tú ya conozcas y te hagan sentir cómodo y agradable, hay una rama de la decoración que busca justo lo contrario: descolocarte y sorprenderte.

En JVR Arquitectura nos encanta combinarlos, enriqueciendo nuestras propuestas.

Algunos ejemplos:

. Bajos de escalera que se convierten en rincones de lectura.
. Armarios que en lugar de guardar y ocultar tengan huecos de color donde sentarte y divertirte.
. Pasillos que, en lugar de ser solo un lugar de tránsito se puedan utilizar para otros usos (estanterías de suelo a techo, por ejemplo).
. Los Lofts, que vienen del uso de espacios industriales como viviendas, sin recorridos fijos (La Deriva Doméstica)

¿Qué pasaría si nuestras aceras, en lugar de tener un ancho de 1,20 metros tuvieran un ancho de 5 metros? ¿Sabríamos utilizarlas? ¿Qué propondrías?

Por eso desde JVR queremos hacerte despertar, vivir y disfrutar, para lo que te lanzamos un reto: La próxima vez que vayas de tu casa al trabajo, intenta fijarte en tres cosas diferentes que no hayas visto nunca. ¿Nos las cuentas?